Jackeline, sosteniendo la cabeza
de su esposo recién asesinado,
es un cuadro patético, una pieza
que paleta o cincel aún no ha plasmado.
La angustia, el desamparo, la entereza,
la sangre en su vestido y su peinado,
el horror que enmascara su belleza,
el odio y el amor , todo aunado.
Tal vez necesitara este motivo
algún Buonarroti redivivo,
-menor categoría no le va-
plasmando en prototípica escultura
la pena, la pasión y la ternura
de una contemporánea " PIETA "
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