Tirado por cuatro bueyes,
por cañadas y veredas,
va rechinando las ruedas
celebérrimo cañón,
viejo armatoste que " Abuelo"
la tropa motejaría
y es toda la artillería
de la carlista facción.
Montes y valles retumban
al fragor de su estampido :
Los carlistas han vencido,
una vez más, en la lid;
Zumalacárregui jura
que aquel cañón herrumbroso
pronto entrará victorioso,
por las puertas de Madrid.
Pero el cristino no ceja;
la guerra se recrudece :
cada día que amanece
trae más sangre y horror,
y el cañón único y bravo
sigue la lucha cruenta
y parece que revienta
del combate en el ardor.
Mejor armado el cristino,
va dominando al carlista :
Ya no hay cañón que resista
un fuego tan pertinaz;
y un buen día el pobre " Abuelo",
hato de guerra tan loca,
se rajará por la boca,
allá en Echarri-Aranaz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario