domingo, 8 de enero de 2012

Cinco magnicidios y medio en España

Será en las Ciencias tacaña
y en logros y triunfos chica,
pero es generosa y rica
en magnicidios España.
A Prim, bravo General,
el dudoso honor le cupo
de abrir la lista fatal,
y nunca, nunca se supo
del presunto criminal.
Fue Cánovas del Castillo
el segundo, en un balneario,
fácil blanco del gatillo
de un ácrata solitario,
que se llamaba Angiolillo.
Sin guardaespaldas a popa,
Canalejas, el tercero,
con otro anarco se topa,
en paseo mañanero,
y es baleado a quemarropa.
Al cuarto, entre mil desmanes
de terror y asesinato,
y a pesar de los guardianes,
lo matan tres catalanes:
Se llamaba Eduardo Dato.
Carrero fue el quinto (y malo),
que al Cielo, como otro Elías,
por colegas de Artapalo,
con su carro volaría.
( Para muchos fue un regalo)
El sexto había de ser
Don José María Aznar,
pero el blindaje, el azar,
le salvó de perecer,
lo cual hay que celebrar.
(Y también cabe pensar
que ha podido suceder
un milagro singular
de Escribá de Balaguer)
!Cinco magnicidios, pues,
y un magnicidio fallido:
¿Qué otra nación ha tenido
más "glorioso" palmarés?.

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