sábado, 15 de octubre de 2011

Viriato

Tres judas, Audas, Mitalcón, Minuros
mataron a su jefe, el gran Viriato;
cometieron el vil asesinato,
vendiéndose a Cepión, por cuatro duros.
Así acabó el duro entre los duros,
el héroe de mi bachillerato,
guerrillero sin par, luso jabato,
que al romano león puso en apuros.
Tuvo que ser la traición felona,
 el ósculo fingido del amigo,
quien cortara su testa cimarrona
y le diera en bandeja al enemigo,
pues Roma confesaba sin recato :
"No hay forma de vencer a este Viriato". 

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